miércoles, 5 de diciembre de 2012

La huelga de trabajadores del Poder Judicial

Lo primero que resalta al referirme a la huelga de los trabajadores administrativos del Poder Judicial es su nefasta frecuencia. Y digo nefasta porque se ha hecho una costumbre (mala diría yo) de realizar estas paralizaciones de labores en los meses de octubre y noviembre de cada año. 

Empiezan con paros de 24 horas, para luego continuar con otro de 48 horas, inclusive luego de 72 horas y como no hyay resultados, deciden irse a la huelga general indefinida. Así, transcurren penosamente los dias, sin que se hayan visto resquicios de solución por parte del inefable Ministro de Economía, quien como "buen economista" no se deja intimidar por huelgas o plantones, sino por lo que la caja Fiscal le dicte. En ese sentido, todo economista es frío, o debe serlo o parecerlo.

Lo cierto es que al medio de este conflicto de intereses, se encuentran 2 grandes grupos no menos importantes que los mencionados: El litigante, llamado tambien el "justiciable" y los abogados litigantes.

El litigante que, teniendo de por si la lentitud de su proceso en contra, debe sufrir además la desidia de los huelguistas, apostados en las puertas de entrada del local judicial, frustrando las Audiencias que fueran programadas hace dos meses atrás, logrando éstos últimos que reniege una vez mas de la justicia y de la administración de justicia.

El otro protagonista es el Abogado litigante, quien vive y se mantiene de su labor profesional en el contacto directo con jueces, especialistas, auxiliares y todo aquél que tenga que ver con esta administración. La huelga por ende, le ocasiona un serio perjuicio que no he visto resaltar en ningun medio de comunicacion. Y es que el Abogado litigante depende de la actividad jurisdiccional de los diferentes juzgados. Al no haber labores, éste se encuentra inmerso, sin quererlo, en una "huelga", pero que repercute en su detrimento económico.

Si a todo esto le agregamos las proximidades de las fiestas de navidad y año nuevo, el litigante y el abogado litigante muestran paralelamente al transcurrir de los dias de huelga, una tensión mezclada con sinsabores de frustración al imaginar no tener que llevar a sus hogares. Por si esto fuera poco, a este escenario se agrega otro elemento en el tiempo: Las temidas vacaciones del Poder Judicial, para las que faltan menos de 2 meses. Tenemos a febrero a puertas, y la falta de solución a estos problemas nos va a hacer llegar a marzo, mes de muchas obligaciones conocidas.

De esto no se percata el Ministro de Economía? Va a esperar que suceda todo esto para llegar a una solución parcial, porque definitivamente no va a ser total (la experiencia de años anteriores así lo afirman).

LLama poderosamente la atención que ante este oscuro escenario, el Colegio de Abogados de Lima, que alberga a la mayoría de estos Abogados, no se haya pronunciado contra el Poder Ejecutivo.

Lástima por nosotros los abogados, pues entendíamos que los Colegios estaban para eso, para defender al agremiado, para que desde esa tribuna se haga llegar la voz del letrado de a pié. Lástima. Una vez mas nos convencemos que el común de los abogados solo le sirve al Colegio para llevar a su Decanato a uno de tantos candidatos sedientos de poder. 

El Poder Judicial siempre fue el "patito feo" de los Poderes del Estado. En este gobierno no tendría porque ser la excepción, pese a embravecerse el Presidente del Poder Judicial y exclamar que "con los jueces no se juega". Parece que se necesita mas que eso para llamar la atención de un indiferente e impasible Poder Ejecutivo.